ENTREVISTA A MARÍA DOLORES RICO GARCÍA. Coordinadora y Asesora Técnica adscrita a la Dirección Técnica de PFA SPRIL.
ENTREVISTA A MARÍA DOLORES RICO GARCÍA. Coordinadora y Asesora Técnica adscrita a la Dirección Técnica de PFA SPRIL.
Del cuadro de mando hay abundante doctrina en la teoría del Management, pero ¿qué es el cuadro de mando preventivo?
El cuadro de mando preventivo es una herramienta de gestión que ayuda a hacer una integración más eficaz y eficiente de la seguridad y salud laboral en la gestión empresarial de las organizaciones.
La bondad de la toma de decisiones empresariales depende, en gran medida, de la información que las empresas manejan. Esto ha contribuido a la cada vez mayor utilización de los cuadros de mando en el entorno empresarial, no solo teniendo en cuenta los indicadores financieros tradicionales, sino considerando igualmente los activos intangibles de una empresa (prevención de riesgos laborales, entre otros), como fuente principal de obtención de ventajas competitivas.
En la prevención de riesgos laborales hay muchos intangibles y a pesar de que se puede leer hasta la saciedad en la literatura profesional que la prevención es una inversión, la dialéctica «gasto versus inversión» no está sustanciada todavía, ¿influye este hecho en la fiabilidad del cuadro de mando preventivo?
El cuadro de mando está muy vinculado al área financiera, al área de resultados de la empresa. La prevención todavía está considerada en muchas empresas más como un coste que como una inversión. Es difícil para algunas empresas que el cuadro de mando integral o general les pueda ayudar en sus resultados en cuanto a coste o inversión. Sin embargo uno de los objetivos que tiene el cuadro de mando preventivo es mostrar esa vinculación de la rentabilidad de la prevención con los resultados empresariales; es decir, la eficacia y rentabilidad de las medidas preventivas.
¿Es difícil la integración del cuadro de mando preventivo en el cuadro integral de la empresa?
Puede resultar difícil. Lo que es más difícil, más que su propia integración en un cuadro de mando general, es definir cuáles son los objetivos tanto generales como estratégicos y, fundamentalmente, cuales son los indicadores que vamos a utilizar para medir el desempeño de la organización en materia de seguridad y salud laboral. De todas formas son los responsables de prevención los que deben crear la necesidad de integrar la prevención en la gestión empresarial y ofrecer de qué manera se debe llevar a cabo.
¿Qué información debe tener un cuadro de mando preventivo?
Un cuadro de mando debe tener la información estrictamente necesaria para el usuario que la va a utilizar. En una organización tenemos diferentes grupos de personas que pueden estar interesados en participar en ese cuadro de mando y no es la misma información la que debe recibir la gerencia de la empresa que un mando intermedio o el director de producción.
Debe ilustrarse de una manera muy gráfica, porque precisamente es uno de los beneficios que tiene el cuadro de mando.
Hay que conocer los objetivos estratégicos y operativos de la empresa para definir unos indicadores que permitan a las diferentes áreas darse cuenta de cómo la prevención contribuye a dichos objetivos. Los indicadores tienen que estar bien definidos e indicar cómo se calculan y cuáles son las fuentes.
En las grandes empresas en las que está desarrollada una cultura preventiva, el cuadro de mando puede ser una herramienta imprescindible para la gestión de la SSL, pero, ¿es viable su implantación en las pequeñas empresas y microempresas en las que no se tiene integrada la PRL en su modelo de gestión?
Es viable. Los cuadros de mando están pensados para empresas con un sistema de gestión consolidado y en las PYMES esa circunstancia se da en menor medida. Sería necesario predefinir cuadros de mando pensados para pequeñas empresas, ya que no se tiene la misma estructura, los mismos recursos, la misma estrategia empresarial; es decir, adecuar los cuadros de mando para la pequeña empresa, que es el tejido empresarial del país.
¿El cuadro de mando es una buena herramienta para lograr la integración de la PRL en el sistema general de la gestión de la empresa?
El cuadro de mando se perfila como una herramienta muy potente para integrar la prevención en la empresa de una manera eficaz, como ya he expuesto anteriormente. Nos va a permitir medir el desempeño de nuestra organización en materia de seguridad y salud y nos va a permitir también vincularlo a los resultados empresariales.
El INSHT ha elaborado unas Normas Técnicas de Prevención sobre la implantación del cuadro de mando integral en la empresa, con énfasis en la PRL, ¿qué utilidad puede tener este encomiable trabajo en una empresa con 10 o menos trabajadores en su plantilla en la que el propietario -empresario es el responsable de la gestión de la prevención?
Las Notas Técnicas del Instituto son de gran interés técnico para todo tipo de empresas. Como decía antes, en las PYMES los recursos son más limitados y tiene algunas dificultades para implantar este tipo de herramientas, pero las Notas Técnicas son de gran interés porque en algunas de ellas vienen algunos ejemplos prácticos de como poder implantar un cuadro de mando preventivo. Como ya he dicho antes, no estaría de más que hubiese cuadros de mando preventivos con un enfoque exclusivo para la pequeña y mediana empresa.
Se dice que el liderazgo es imprescindible en la integración de la prevención en la empresa, ¿se sabe cuáles son las claves del liderazgo en prevención y de quién o quiénes es la competencia para ejercer ese liderazgo?
El liderazgo que tradicionalmente se ha utilizado en la escena deportiva, en la política y otros campos, tiene una gran utilidad en la prevención de riesgos laborales. Para que exista liderazgo en prevención es necesario que la propia dirección de la empresa esté convencida del valor estratégico que supone la prevención de riesgos laborales; ser empáticos y ponerse en el lugar de los trabajadores y conocer lo que se debe hacer a la hora de adoptar una medida preventiva. Es importante predicar con el ejemplo, si se obvian medidas de seguridad, es difícil trasladar a los empleados que tomen la prevención como un valor importante dentro de la organización en pro de la productividad.
Por otro lado la competencia del liderazgo debemos desarrollarla no solo los empresarios y mandos intermedios sino también todas aquellas figuras que tienen de uno u otro modo responsabilidades en materia de seguridad y salud en el trabajo, y aquí el papel de los técnicos de prevención es fundamental en mi opinión.
Al igual que el liderazgo, en teoría es tanto o más imprescindible la motivación en prevención en la empresa, ¿cómo se consigue una predisposición positiva a la prevención de riesgos laborales en la empresa?
Liderazgo y motivación están muy relacionados. Para motivar, la formación, la información, la especialización y la comunicación son muy importantes, no sólo con carácter general o específico del puesto de trabajo, hay que trasladar la importancia de la prevención no solo en lo que se refiere a la responsabilidad o a la perspectiva económica, sino también en cuanto a su valor social. Es importante también tener una participación muy activa y proactiva de todos y en particular de los trabajadores; tenerles en cuenta a la hora de tomar decisiones que afecten a las políticas preventivas en la empresa. Para motivar en PRL también es muy recomendable reconocer y reforzar los comportamientos y actitudes seguras.
Próximo a cumplirse los 20 años de la aprobación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, ¿cuál es, según su punto de vista, el balance en términos generales de estos años?
Una de cal y otra de arena. Se ha hecho mucho, pero hay todavía cosas por hacer. Hay grandes problemas que superar en cuanto a la seguridad. Hemos adelantado mucho, las empresas están a un nivel aceptable pero lejos del que sería deseable en cuanto a la seguridad y salud. Negativamente, creo que el cumplimiento de la Ley ha supuesto una burocratización excesiva para las empresas que están más centradas en el cumplimiento formal de las obligaciones en PRL que en crear una verdadera cultura preventiva.