Pero… ¡Peros fuera!
¿Cuántas veces decimos pero al día?
Seguro que recordamos unas cuantas… Sumemos algunas más por aquellas de las que no hemos sido conscientes y… ¡voilà! Quizás esta palabra está más en nuestra boca de lo que creíamos.
Suele ser una de las palabras que aprendemos de forma más temprana y que utilizamos con más frecuencia. Normalmente empleamos la palabra pero para poner en conflicto lo que va antes y después de ella, por ejemplo: “Quiero hacerlo bien, pero estoy nerviosa/o”. Si analizamos esta frase, tiene un gran mensaje de fondo que pasa desapercibido para nuestra consciencia y no para nuestra mente, lo que impacta en nuestra toma de decisiones y forma de actuar: el papel que juegan las emociones sobre nuestro comportamiento. Siguiendo este ejemplo, si uno/a está ansioso/a, no puede hacer las cosas bien. Parece que los nervios anulan la capacidad de hacer las cosas bien o que las cosas no pueden salir bien si uno/a está nervioso/a. ¿Te suena?
En ocasiones el lenguaje y en este caso la palabra pero nos hace creer que dos cosas -hacer las cosas bien y sentirse nervioso- que son compatibles no pueden coexistir, una u otra deben ser eliminadas. La consecuencia de esta actitud derivada de los peros es que puede llegar a paralizarnos.
Como alternativa os proponemos lo siguiente:
Utilizar la palabra y en lugar de la palabra pero.
En el ejemplo utilizado: “Quiero hacerlo bien y estoy nervioso/a”.
Al principio puede sonarnos bastante raro y quizás tengamos que pararnos para asegurarnos de que hemos cambiado la y por la palabra pero. Es normal, llevamos mucho tiempo utilizando la palabra pero de forma automática y, en consecuencia, indiscriminada.
La palabra y, a diferencia del pero, es un término que describe y por tanto permite asociar. De esta manera, todas las posibilidades pueden ocurrir: puedo estar nervioso y hacer las cosas bien.
Cambiar el pero por la y reduce la percepción de amenaza y aumenta la aceptación entre dos partes que en principio pueden parecer incompatibles.
Si entrenamos esta alternativa verbal, llevaremos a cabo un comportamiento más eficaz, aumentando así la experimentación de bienestar.